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jueves, 25 de junio de 2015

KISS - Barclaycard Center, Madrid 19 de Junio de 2015 [40th Anniversary World Tour]

KISS: Reflexiones circenses dedicadas a payasos.


En este preciso momento estaría escribiendo, con algunos días de retraso, una amable crónica del pasado concierto de KISS en Madrid, exponiendo lo mejor, lo peor, con el obligado repaso al repertorio, con pequeñas anécdotas, comentarios y sensaciones vividas… Estaría hablando alegremente de mi adorado Gene, de los muy gratificantes Dead Daisies y de la explosión de rock and roll de la que disfruté… Pero no. No señor. Estoy cabreado, ofuscado y encabronado (¡uy!). ¿Por qué?

Durante las 24 horas posteriores al concierto todos los medios nos bombardearon, como era de esperar, con sus crónicas del concierto. Todas acompañadas con unas fotos muy bonitas y un montón de ‘Me gusta’ en Facebook. (¡Genial!). El problema viene cuando a alguien con algo de amor, interés y respeto por la música se le ocurre leerlas. Todas.

Aquí empieza mi reflexión:

Es realmente impresionante que en cualquiera de ellas se diga exactamente lo mismo. Lees una y lees todas, porque no hay absolutamente nada original en ninguna de ellas. Tópicos, tópicos y más tópicos. “¡Vaya, KISS, los que van pintados! ¡Qué chulo!”. Para los aclamados críticos musicales de este país, KISS son el “Circo del Sol versión rock”. Vamos que el concierto es lo de menos, su música es sólo la excusa para hacer un poco el payaso y tirar petardos. Claro que sí. Y esto te lo dicen los que van a un concierto de Coldplay y se tiran empalmados tres semanas y media. Nivelazo.

Señores hacedores de crónicas: Dejad de escribir gilipolleces, por favor. Hay gente que sabe infinitamente más que vosotros (no lo digo por mí, ni mucho menos) que saca tiempo y esfuerzo para escribir, por el simple gusto de hacerlo, crónicas espectaculares. Vosotros sois profesionales leches, que se note un poco.

Como dije en Twitter durante mi cabreo creciente, el primer disco de KISS es, sin lugar a dudas, uno de los mejores que he escuchado nunca. Y cuando lo escuché por primera vez no sabía que Gene Simmons tenía la lengua como la de una vaca. KISS, en traje, sin pintar y sentados en una silla se follan al 99% de los grupos de hard rock del mundo mundial. Así de claro. Si encima hacen un espectáculo impresionante, que no tiene rival, pues mejor aún. Pero KISS no es un montón de pólvora y láser de colores como dice tanto entendido, son decenas de buenas canciones, de muy buenas canciones.

Pero bah, qué importa, mientras tanto mis queridos amigos de la Wikipedia nos regalan frases geniales en sus escritos:

“Grandes clásicos como (…) o Hell Or Allelujah” (Canción del 2012, ejem)

“Pirotecnia en modo Fallas Valencianas” (Aquí, lloré)

Cold Gin pasó sin pena ni gloria” (Probablemente era la primera vez que la oía en su vida)

“Resulta entrañable que no hubiera ningún cable en escena” (El misterioso mundo de lo inalámbrico)  

“Reconozco que no soy un gran conocedor del repertorio de KISS” (¡Olé tus cojones! ¿Un grupo que no cambia de setlist en toda la gira y cobrando no tienes tiempo de darle un par de vueltas?)

En el fondo, les entiendo. Tienen su crónica tipo para todos los grupos de abueletes preparada y lo único que hacen es cambiar los nombres y las canciones. Que si los años pasan o no pasan, que si sus himnos imperecederos, que si llevan 30, 40, 50 años, que si el público estaba plagado de cuarentones, que si el viaje en el tiempo... Me cago en la puta macho, ya no sé si leo sobre AC/DC, sobre los Stones o sobre Raphael.

Este es el respeto que los grandes medios tienen por aquello que tanto amamos.

La música es lo primero, el resto es secundario. Sin su genialidad, sin sus composiciones, sin sus fantásticos discos, KISS no sería nada. En palabras de Tommy Thayer: “Las buenas canciones son la verdadera grandeza de KISS”. A veces el titular es lo mejor que te da la prensa.
 
Pablo A. Martín Grande
Madrid, 25 de Junio de 2015

 

 

 
God Gave Rock And Roll To You!
 
 

martes, 1 de abril de 2014

Los grandes discos que probablemente usted no conozca - N° 1: LUIS YEPES 'El Baile de Muertos' (2014)


En este triste tiempo en el que la música se encuentra ingresada, en estado grave y con pronóstico reservado, aparece esta dulce medicina llamada 'El Baile de Muertos', parida en los laboratorios Luis Yepes & Borja Costa, y que vuelve a permitirme utilizar innovación y calidad musical en una misma frase. No es ni un disco fácil de digerir ni el trabajo que esperas de un chaval de 18 años, no trata temas convencionales y aún menos convencionales son las texturas y estructuras de los temas que lo forman. Es algo que no me atrevo a catalogar. Muerte, sexo y misterio que nos llegan como una sacudida envuelta en sonido americano.
 
Pasemos a leer el prospecto de la pequeña droga que tenemos entre manos.
 
La homónima ‘Baile de Muertos’ abre el repertorio con una intro tenebrosa y oscura que nos da la bienvenida a una fiesta en la que todos los invitados huelen a azufre y en la cual somos partícipes de un recorrido inevitable hacia la muerte, que se acerca entre campanas y clavos de un ataúd que, finalmente, queda cerrado.

No me dejes ver el cuerpo

No quiero verme cuando yo esté ahí

Tú sólo empuja la caja hacia dentro

Tú sólo ayúdame a sonreír.

Al final con tintes épicos de ‘Baile de Muertos’ le sigue ‘Todos Ellos’, la canción más desenfadada del disco, que fue lanzada como sencillo y que trata temas muy recurrentes con elegante sutileza. ¿Qué se esconde detrás de ese amable ritmo y esa pegadiza melodía?

Tienes fuego adentro, no te dejas caer

Dices que tienes miedo, tienes miedo a perder

Y el miedo no se cura sin antes morder…

El legado del mismísimo Marc Bolan aparece en ‘Fantasmas’ donde Luis Yepes nos obsequia con su lado más glam que al ser hábilmente mezclado con un toque rockabilly genera un resultado que, personalmente, me apasiona. La letra en la onda de este joven poeta de las sombras.

 Sales por la puerta cada mañana

Con tacón de aguja, clozaril, un par de rayas

Hoy serás la estrella, caeremos sin decir nada…

Cambiamos de tercio con la llegada de la cuarta pieza del álbum. ‘Caballero’ nos muestra una faceta distinta pero con el mismo aura de misterio. El artista demuestra su buen hacer en temas acústicos donde hacen acto de presencia influencias más apartadas del rock como puede ser la del cantautor Nacho Vegas. Una maravilla.
Bebe el silencio ahogado en el hielo

Y crea un espejo en donde tú no estás delante.

El disco llega a su fin con ‘Calla’, un experimento sonoro a modo de extra que complementa un disco rompedor y arriesgado pero al mismo tiempo enormemente acertado y que permite situar a Luis Yepes, sin miedo a la equivocación, como un exponente de gran importancia en el futuro del rock patrio a medio y largo plazo.  

Para terminar me gustaría expresar mis mejores deseos a Low Whistle Records y felicitarles, una vez más, por su excelente trabajo. No dejen de escuchar al señor Yepes, dará mucho (más) que hablar. Pero por favor, si se hacen adictos tengan en cuenta los efectos secundarios.

Por los vivos guardamos silencio.
 
 

viernes, 21 de junio de 2013

Críticas Musicales II: What About Now de Bon Jovi

What About Now (2013)

Bon Jovi

 
Disculpe, ¿me puede traer la sal?
Parece que últimamente sólo se sirven platos sosos en la cocina de Jon Bon Jovi. El chef de Nueva Jersey, que revolucionó el mundo de la hostelería junto a su equipo con explosivos platos como ‘Runaway’ o ‘You Give Love A Bad Name’ se dedica ahora a preparar menús del día y a servirlos sin gracia y ¡sin sal! Su último trabajo, titulado ‘What About Now’, es un compendio de primeros y segundos platos sin color y sin sabor, y con algún que otro pelo en la sopa. Poco o nada queda ya de su estilo inconfundible, de sus obras maestras, de su fuerza, de su creatividad… Siguen siendo ellos, pero no están a la altura de sí mismos.
Si van a comer al otro lado del puente, por favor, pregunten por un tal Bruce Springsteen.
Pablo A. Martín
Madrid, 20 de junio de 2013
 
“I don't wanna be another wave in the ocean
I am a rock, not just another grain of sand…”


 
Esta crítica fue publicada originalmente en la web especializada Discaffinity.

martes, 18 de junio de 2013

Críticas Musicales I: Darkness On The Edge Of Town de Bruce Springsteen


Darkness On The Edge Of Town  (1978)

Bruce Springsteen & The E Street Band
               

Hablar del “Darkness” no es hablar de un simple disco, es hablar de la mejor banda en su mejor momento, es hablar del Boss en su época dorada, es hablar de una década, la de los setenta, que cambió la música para siempre, que dio lugar a grandes mitos, a obras maestras, a innumerables himnos, es hablar de ese rock inconfundible, de ese sonido que nos transporta a esos maravillosos años, es hablar de música con mayúsculas.
Cuando alguien pregunta sobre discos perfectos “Darkness On The Edge Of Town” es uno de los primeros que se te vienen a la cabeza, porque, sin duda, es una maravilla de la cabeza a los pies, de principio a fin.
Ese inicio de “Badlands”, ese redoble de batería, oír como el mástil de la guitarra es recorrido ansiosamente instantes antes de que el jefe comience a deleitarnos con su profunda voz y su poesía. Un disco con sus letras rabiosas, desengañadas, amargas, pero que al mismo tiempo motivan y dan aliento… Transmite ambas cosas, primero serenidad, paz, armonía y luego lucha, fuerza… Es como deambular por una de esas viejas y anchas calles asfaltadas de aquellos Estados Unidos de América mientras suena un piano exquisito, espectacular, que no deja de llenarte de sensaciones para luego comenzar a correr, correr hacía donde quieres, correr al empezar de nuevo a escucharse la voz de Bruce…
Cuanto más se escucha más gusta, más cosas transmite… Es todo fascinante, todo en conjunto y todo en particular. Aunque no es de extrañar, tenemos a un conjunto insuperable de músicos liderados por un Bruce pletórico, genial, que nos regala unas canciones que dejan sin palabras. Un piano para parar el tiempo y dejarse conmover, una batería perfecta, el saxo inconfundible… Todo, pero sobretodo la guitarra del maestro, esa que nunca ha tocado mejor, que transmite ese sonido tan afilado, tan desgarrador… Esos solos puntiagudos.
Canción a canción este disco te atrapa, te enamora. Esta joya de Bruce, que destaca sobre toda su genial discografía, es un disco imprescindible, uno que escuchas cientos de veces a lo largo de tu vida. Un LP que ya te fascina desde la portada, que te hechiza con esas letras y esa música, con momentos en los que la música y las sensaciones se hacen una sola cosa y más cuando te trae tan buenos recuerdos. Póngase a escuchar el Darkness, que hace demasiado tiempo que no lo hace.
                                                  Pablo A. Martín y Estefanía Muñoz 
Madrid, 9 de Noviembre de 2011

 “Baby, just one kiss will get these things for you. A kiss to seal our fate tonight. A kiss to prove it all night…”
 Esta crítica fue publicada originalmente en la web especializada Discaffinity.